jueves, 24 de septiembre de 2009

LA SOLEDAD: DISTANCIA Y OLVIDO

La Soledad es un pueblo andino enclavado en un altillo de la provincia de Pataz; al otro lado del río Marañón, de cerros verde por fuera y amarillo por dentro, con olor a eucalipto; los nativos pobladores se dedicaron a extraer ese amarillo oro, para comercializarlo al trueque con los productos indispensables para la vida familiar; La Soledad existe desde que lo ingenuo, era la bandera que flameaba a lo largo y ancho de nuestros pueblos, cuando aun no existía la envidia, la codicia, la ambición; plagas que metidas en el mismo saco de la conquista, fueron llegando para apoderarse de aquel viento, con el cual flameaba ese emblema de ingenuidad de nuestro Perú andino.
La Soledad estuvo conformado por un agrupamiento de pocas familias, pero de mucha ideología moral y religiosa, que mezclado a su ternura desbordaban un hermanamiento entre ellas; celebrar una fiesta familiar era la participación de todo el pueblo, la noticia de un difunto era el llanto de todos, el éxito de un Sholano la algarabía general, celebrar una fiesta patronal era la congregación de todos los pueblos aledaños; es decir se practicaba ese lema que nunca debió perderse: “Todos a una”
Hoy, me queda un grato recuerdo de haber conformado ese núcleo pueblerino consecuencia de una cultura indígena, a la vez ingenua y sincera, como todo lo aborigen. Me queda también la satisfacción de haber heredado esa cultura, la misma que indudablemente ha servido de asidero, para gestar la moderna cultura de hoy, que con sus virtudes y defectos pero al fin nueva cultura.
Esa antigua Soledad ingenua y sincera, hoy es realmente ajena; esa tierra que nos vio nacer, hoy ve nacer a hijos de extraños; emigrantes de diferentes partes del Perú, llegados para trabajar en las empresas mineras de la zona; los Sholanos de antaño, nos resistimos a pensar que ya no nos pertenece, seguimos creyendo que vivimos una desilusión de enamorados, guardamos la esperanza de reconciliarnos algún día, volveremos a La Soledad como un ilustre forastero, echaremos de menos esa antigua pileta que nos dio de beber, ya no lo encontraremos, miraremos nuestra colonial Iglesia, esperemos que aun permanezca intacta, con su campanario, su campana Mariangola y sus campanas menores, aquellas que las hice llorar, anunciando el paso de un difunto al cementerio, o las hice repicar anunciando una eventual misa, aprovechando la llegada de un ausente cura.
Muchos dicen que la distancia es el olvido, yo diría que distancia es la longitud desde el punto donde nos encontremos y mi tierra, es el espacio que recorrí hasta llegar aquí, distancia no debe ser motivo para olvidar a esa tierra que me vio nacer, distancia es la línea mas corta entre mi tierra y yo; olvido es la línea mas larga entre mi tierra y el Estado, olvido es la actitud de un político que no le importó la distancia para traer los votos de mis paisanos, olvido es la indiferencia de aquellos saqueadores de oro de las entrañas de mi tierra, olvido es la astucia de los políticos que ofrecen antes y no cumplen después , olvido es el nombre de aquellos pueblos que no tienen escuelas y hospitales, olvido es el nuevo nombre de aquel desarrollo que no quiso atravesar la distancia para llegar a La Soledad.
Soledad es sinónimo de tristeza; pero “La Soledad” es el nombre de mi pueblo; olvido es el término que debo descabezar para seguir recordando a mi tierra y distancia, es el término que debe anular el gobierno para que el desarrollo llegue rápido a mi tierra.

ADDINSON F. VÁSQUEZ CARBAJAL
Presidente de la Asociación Luis Valle Goicochea.

1 comentario:

Anónimo dijo...

fue un privilegio para mi conocer esas tierras por donde mis abuelos y tios pastaban sus animales sin saber que caminaban sobre las riquezas que guardaban celosamente las entranas de estas tierras y con el canon minero que recibe el pueblo de parte de las empresas mineras, para el desarrollo y el progreso de este pueblo llega lento o casi nunca llega, casi como esperar una limosna por no decir otra cosa. mientras que otros se enrriquesen, depredando parte de este lindo pueblo felicitaciones aquienes se preocupan por conservar sus tradiciones y cultura a mi tio fabriciano vasquez